después 5 años de los ataques terroristas en Estados Unidos, Hollywood desafió el tema. Un tema dificil y complicado, que podría caer fácilmente en el ridículo o en el sentimentalismo más fácil. No fue asi, los productores tuvieron el buen gusto de contratar a Greengrass, un director que ha demostrado sobradamente su talento y su solvencia.
Greengrass centró sus acciones en dos puntos: Por un lado, los controladores. Por otro lado, el secuestro del avión. Este es el primer punto donde reside el mayor interés de la película. La reconstrucción que experimentó el controlador ese día fue simplemente espectacular. Si observais detenidamente los detalles, puede ver que el autor estaba de buen humor cuando ingresó al puesto de mando. Quizás ese tipo de interpretación a nivel milimétrico pueda parecer repetitivo o un poco pesado, pero ya sabemos que al director le gusta inyectar un fuerte sentimiento documental en su trabajo.
Sí, toda la película está llena de un realismo cruel y es fácil evitar el sensacionalismo. Inevitablemente, cuando te concentras en lo que sucedió en ese nivel, las cosas se vuelven más tradicionales. Aunque elegir actores completamente desconocidos para interpretar a estos héroes cotidianos es un gran éxito. La película aquí se convierte en un homenaje a todos los que, lamentablemente, tomaron uno de los aviones ese día.
Pero como dije, cada minuto del controlador es mucho más interesante para mí. ¿Cómo se dio cuenta gradualmente la gente de la magnitud de esta tragedia? Cuenta todo con un pulso enorme (me gusta usar una cámara y nunca quedarme quieto, Greengrass lo hace), y al mismo tiempo, desde la contención.
Debemos felicitarnos, la primera película de Hollywood sobre este tema es más que una película que vale la pena ver. Sigo pensando que la última media hora no es tan interesante, más tradicional y sentimental... pero es inevitable. Por otro lado, esto puede dar miedo.
Para resumir, esta es una película de bajo presupuesto de un director de actores desconocidos pero de sublime e inusual calidad.
Filmado como un semi-documental, nos cuenta la odisea desde el punto de vista del United Flight 93, el único avión que no pudo llegar gracias a unos pocos pasajeros que se rebelaron contra los islamistas radicales. No es en absoluto un ejercicio de patriotismo de mercado lo que llena el mercado de Hollywood, al contrario, es un ejercicio de inteligencia que logra hacerte entrecerrar los ojos a lo largo de los minutos.
Así que no lo piense y vea que esta gran película supera con creces a la del Sr. Oliver Stone.
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